Se dio lugar una jornada de intendencia el día 26 de noviembre para reparar algunos aspectos de la casa, dañados por el paso del tiempo o casuales accidentes.
Desde el 1955, el CMU se ha mantenido siempre activo, con gente moviéndose constantemente y tratando de cuidar del lugar. Más de medio siglo deja sus cicatrices en nuestras paredes, y es resposabilidad de los que vivimos bajo este mismo techo el minimizar los daños día a día.
Secamos el suelo luego de bañarnos para reducir la humedad en las paredes, tratamos de no pegar cinta adhesiva a las paredes para no dañar la superficie de las paredes, y enceramos el suelo para que aquel entusiasta rojo del patio y la vereda se mantengan vivos.